miércoles, 14 de mayo de 2014

Un acercamiento a las poetas de Scriptura: Úrsula Alvarado y Judith Bravo

                                                                     
     



        A principios del pasado mes de febrero se dieron a conocer los resultados del IV Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura. Anteriormente tuvimos la oportunidad de entrevistar a Rebeca Urbina, la poeta ganadora del concurso, quien nos habló de su poética y en especial de su poemario Camping en el país de las maravillas, publicado primorosamente por Carpe Diem Editora. En esta ocasión, presentamos las impresiones de dos poetas acreedoras de las menciones honrosas: Úrsula Alvarado y Judith Bravo.


¿Cuándo comenzaste a escribir?


Úrsula Alvarado
 Mi noviazgo con la literatura comenzó a los 9 años, luego de leer “El Principito, pero recién a los 14 comencé a escribir algunos poemas motivada por las clases de literatura, entonces llegaron los sonetos y esas ganas de saber si podría con las rimas asonantes y consonantes. Recuerdo que en aquel tiempo me impactaron mucho Bécquer y Amarilis y escribía de madrugada, pues la noche siempre tiene una melodía especial. Me sucedió lo que creo le sucede a muchos, luego de un tiempo no me gustaban mis primeros poemas, felizmente le hice caso a mi padre, siempre tan acertado, y los guardaba todos, hasta que años más tarde una buena dosis de inspiración me permitió reinventarlos. Entre el 2004 y 2006 participé en varios concursos en una  entidad estatal en la cual laboraba y gané varios premios tanto en poesía como en cuentos cortos. Esto fue muy alentador pues me hizo creer en mi literatura y en 2007 creé mi blog personal para poder compartir mis poemas con mis amigos al que titulé Luna Poetisa.

Judith Bravo
 Escribo desde que estudiaba literatura en la Universidad Federico Villarreal. Un día un profesor decidió formar un grupo poético, entonces decidí escribir y participar, así al poco tiempo fui aceptada. El grupo se llamaba Colmena y fue una aventura poética que duró un par de años, en los cuales visitamos varias universidades y centros culturales regalando recitales. Después de ello estuve un largo tiempo en silencio, caí enferma y rezagué todas mis actividades, hasta que un día, varios años después, sané y desperté con muchas ganas de vivir. Empecé a estudiar diseño gráfico y web en La Universidad Nacional de Ingeniería. Un año después comencé filosofía en la Universidad Ruiz de Montoya, entonces mi vida se llenó de colores, música y un fuerte sentir; abordé con más detalle mi pensar y todo empezó nuevamente, con más fuerza que antes, tal es así que la necesidad de escribir me es imperativa pues es la única forma que encontré para detener por un tiempo el bullir constante de mi corazón.

¿Cómo defines tu poesía?

Úrsula Alvarado
   Creo que mi poesía es melancólica. Seguramente se debe a que la mayoría de mis poemas se han gestado en mis momentos más difíciles. Para mí son como sollozos en verso, como gritos o lamentos en los cuales manifiesto algo que en su momento no pude decir. Cada vez más me alejo de la rima inocente de mis primeros años. Mis poemas van mutando y oscureciéndose, como queriendo registrar mis mayores decepciones, pero de vez en cuando y como una brillante nebulosa, siempre nace un poema lleno de luz.

Judith Bravo
     Mi poesía es intimista, reflexiva, irónica… increpa, grita, llora. Es, creo yo, una poesía capaz de conmover a su lector y de generarle sentimientos que deben ser resueltos. Trato de rescatar con la palabra el sentir conflictivo que en determinada circunstancia irrumpe fuerte en nuestras vidas. Bordeo mucho temáticas como el amor, la familia, la soledad, el desamor, la tristeza, la mujer, etc., los cuales son temas a los que no puedo evitar volver, pues me es necesario desenmarañarlos o entenderlos en alguna medida.

Háblanos del poemario que presentaste al Concurso Scriptura.

Úrsula Alvarado
    Las Voces Muertas trata el tema de la violencia de género. Los poemas corresponden a diversas épocas y fueron inspirados por historias reales de diversas mujeres que sufrieron la terrible enfermedad social del machismo. El poema clave que le da el título al poema lo escribí hace año y medio, luego de haber escuchado la conferencia de una gran periodista y amiga sobre la vida de las hermanas Mirabal. El año pasado, cuando decidí participar en el concurso, reuní los mejores poemas que había escrito sobre este tema y lo titulé “Las Voces Muertas”, como el poema de las hermanas Mirabal, porque las mujeres que han sufrido la violencia de cerca llevan sus peores heridas en el alma y algo dentro de ellas muere, inevitablemente.

Judith Bravo:
    El poemario Retrato de Familia, lo escribí en el 2011 junto a otros dos poemarios más: Goces y Mientras dormía, al enterarme por primera vez que existía un concurso de poesía femenina llamado Scriptura, en el cual sentía que debía participar. Fue un buen año, yo empezaba a estudiar filosofía y mi cabecita y cuerpo eran el centro de un sinfín de emociones que pugnaban por manifestarse. Así que tomé la mejor decisión, opté por escribir y escribir sin parar por algunos meses hasta concluir estos poemarios, luego de ello mi corazón entró en sosiego y una gran felicidad se apoderó de mí al ver mi sentir con forma de palabras.
    El año 2011 participé en el III Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura con mi poemario Goces y me llevé una gran alegría al obtener una mención honrosa y Ricardo GonzálezVigil y Marita Troiano me obsequiaron hermosas palabras sobre mis poemas. Ya había leído textos de ambos autores,  por eso fue un sueño estar cerca de ellos y ser reconocida por mi quehacer poético.
   Luego en el año 2013 decidí nuevamente participar en Scriptura con un poemario totalmente diferente, "Retrato de Familia", al que precisamente ese año sometí a algunas correcciones para que se escuchara como yo sentía que debía escucharse, y justo el último día de entrega de trabajos lo llevé al Centro Cultural España, deseando con todas mis fuerzas que sea leído y apreciado por el tono en el que estaba escrito y que distaba muchísimo del primero. Cambié mi seudónimo para participar en este concurso porque no deseaba que se me relacionara con el anterior, así que opté por llamarme Dulce ironía, seudónimo además que reafirma lo escrito en el poemario, pues muchas veces he sentido claramente que mi vida es una ironía constante frente a la cual no me queda otro camino más que dulcificarla.


                                                            Algunos poemas



Úrsula Alvarado



BAJO AQUELLA MESITA

Se quedó dormida bajo la mesa de su cocina
se quedó retorcida en una esquinita 
apoyada en una de sus patas 
esa en donde viven las polillas 
-al menos allí no hace frío 
porque el mantel de cuadritos es largo 
y llega hasta el piso- 
Ella está allí solita y a oscuras 
porque aún no ha amanecido. 

Ella se despierta con el canto del gallo 
se sobresalta allí en su guarida 
pero no hace ruido 
aunque se le hacen agüita aquellos ojos negros 
cuando recuerda cómo jugaba con su hermana 
a la casita cuando eran niñas 
se escondían debajo de la misma mesa 
cubierta de las mismas polillas 
pero allí reían y reían 
quién diría que ahora 
estaría ella allí mismo
llorando y llorando 
                          a escondidas. 

Se tapa la boca con una de sus trenzas desechas 
para no hacer ruido 
y deja de llorar porque siente 
como suenan los pasos malditos que llegan hasta ella 
y cierra los ojos fuerte, muy fuerte 
como si eso la hiciera invisible 
y entonces él no la ve 
y se sienta en una silla vieja 
y come su pan serrano con queso fresco 
y … ¡mierda!, no hay café… ¿dónde estará esta chola asquerosa…? 

Traga y luego se va 
dejando desierta la mesa 
sale de casa pateando las gallinas 
tirando la puerta 
y entonces deja ella de contener el aliento 
y llora ahora con ruido 
           con sollozo 
                 a moco tendido. 

Una niña escondida bajo la cama
entra gateando a la escena
porque siempre supo dónde estaba ella 
se mete bajo la mesa y le limpia la cara con su propio vestido 
y le da un besito 
y la jala de las manos 
que salga, que salga 
                que ya se fue y no vendrá nunca más 
que   qué dices niña  le dice ella llorando 
que no volverá porque le puse veneno 
                                         adentro del queso 
que cuándo 
       que anoche 
                     cuando la estaba golpeando 

y ella llora y la abraza 
mientras la niña dura 
con rostro de vieja curtida 
mira el horizonte 
                 segura 
                             o r g u l l o s a 

de haber arrancado a su madre 


de los brazos de la m u e r t e. 



METAMORFOSIS INVERSA 

He descubierto que estoy en alguna fase de mi metamorfosis.
No sé en cual 
Solo sé que voy cambiando 
m u t a n d o 
tal vez muy lentamente 
     demasiado para mi gusto 

En fin. 
Cuando esta acabe seré oruga. 

Mi metamorfosis es inversa. 
Nací mariposa y poco a poco 
he ido llorando mis colores hasta desgastarme 
hasta arrancarme los vellos dorados de mi cuerpo… 
Se me han pegado – en vez- 
muchas pajitas de los troncos que me han golpeado 
y he terminado tal y como ahora 
algo escondida 
cubriéndome del viento 
tapándome con mis alas caídas 

 Mi metamorfosis es inversa
como el personaje de Kafka 
que nació siendo brillante a la luz del día 
y terminó ocultándose en sus propias sombras 

Así como él nací 
en el océano del verso 
y termino ahora escribiendo escupitajos 
que muchas veces no sé qué son 
pero que sin embargo me reflejan 
como el espejo de mi melancolía 
y sigo mutando, lo seguiré haciendo 
hasta que luego 
                seguro 
solo yo entienda lo que escribo. 



De Las Voces Muertas, segunda mención honrosa en el IV Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura. 




Judith Bravo




     
1
Mi abuela

Nunca quiso escuchar  mi voz
pues le asustaba
mi rebeldía al hablar
y mi poca creencia en su Dios

Por eso
me privó del cielo y de su amor
una tarde que aún no logro olvidar.



2
Cuando mi madre decidió hablar

Nadie atinó a decir
de donde procedía aquella voz

Todos buscamos el inicio de su nombre
Buscamos en todas partes de casa
pero a nadie se le ocurrió prestar atención
     a un lugar

El único lugar en el que su tenue cuerpo habitaba.



3
Un día sin más
mi abuela cambió de vida

Cambió sus ropas
por unas más elegantes

Y regaló sus muebles
…a los más necesitados

Nosotros que no teníamos ropas ni muebles
fuimos el primer acto de filantropía
           de nuestra querida abuela.



4
Mi hermano
abandonado en el tiempo
creció como un espacio vacío, sin nombre

Un día queriendo menguar su dolor
decidió buscar a su padre

Al no encontrarlo

Convenció a mi madre
de caminar al revés
de volver atrás
    y  hablar en silencio

La obligó a escribir bien su nombre
a encontrar al padre
Y recordar sus penas.


5
Es simplemente un deseo

Quiero
Una mañana de poemas
Una tarde sin silencios
Y una noche ataviada de sueños

Quiero una vida…
Con cuatro lados
un par de pliegues
Y tres esquinas que converjan en mí

Quiero un hogar

Hecho con ramas verdes
sobre un tronco grueso y fuerte
Capaz de sostener mi nueva casa.


De Retrato de familia, tercera mención honrosa en el IV Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura.



1 comentario:

Unknown dijo...


Ursula Alvarado: la niña dura
con rostro de vieja curtida
mira el horizonte
segura
O g u l l o s a
de haber arrancado a su madre

de los brazos de la m u e r t e.

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Judith Bravo : Quiero
Una mañana de poemas
Una tarde sin silencios
Y una noche ataviada de sueños.

Leerlas solo me hace pensar, cuantas historias mas habran escondidas en esas cajitas de cristal que deben ser sus almas.....(no dejes de hacer l que mas amas, no dejes de vivir).